lunes, 20 de mayo de 2019

La Aparici贸n de Gardenia



¡Buenas tardes!

Hoy os vengo a presentar un cuento que hemos creado en grupos sobre la educaci贸n ambiental, y sus personajes principales.

En primer lugar, pensamos diferentes ideas sobre las que hacer el cuento. Una vez escrito el cuento, cada uno eligi贸 uno de sus personajes imaginarios para incluirlo en el relato. Y a continuaci贸n, lo dibujamos en una cartulina A3. En 茅l introducimos diferentes texturas a trav茅s de telas, peri贸dicos o simplemente con las pinturas de cera o las temperas.

El cuento se titula 'La aparici贸n de Gardenia' y es el siguiente:

Era una tarde c谩lida de verano en el pueblo de Gardenia. La mayor铆a de sus habitantes se encontraban a las orillas del lago disfrutando del frescor del agua y las sombras que proporcionaban los grandes 谩rboles. Se podr铆an vislumbrar grupos de personas comiendo o jugando en el agua. Entre este 煤ltimo grupo encontramos a una sonriente Aelita que empieza a correr hacia el gran bosque a su espalda, y es que, junto a sus amigos, ha decidido jugar al escondite.

Aelita llega justo a tiempo a esconderse detr谩s de un gran tronco cuando deja de contar y se dispone a encontrar a los dem谩s. Aelita creyendo que est谩 demasiado a la vista, comienza a andar hacia atr谩s, tanto anda que pronto le es dif铆cil distinguir el lago. Al dar el siguiente paso Aelita siente como su espalda choca contra algo lo suficientemente blando para no tratarse de un tronco. Lentamente se da la vuelta para encontrarse con una mujer con el pelo un tanto extra帽o. Con prisa dio varios pasos hacia atr谩s intentando huir, aunque tras unos metros se tropez贸 con una rama de un 谩rbol. Fue entonces, cuando la mujer con cabellos de serpiente levant贸 los brazos hacia ella y de sus oscuras manos salieron unas luces. Aelita, aunque intent贸 huir de lo inevitable, termin贸 atra铆da por esas luces hacia la mujer.

Cuando se encontraba a pocos cent铆metros de la mujer sin nombre, una luz brillante hizo que Aelita cerrase los ojos, y fue justo en ese momento cuando sinti贸 como algo la absorb铆a.

Despu茅s de lo que podr铆a haber sido solo un par de minutos, Aelita abri贸 con pesadez sus ojos, encontr谩ndose en el mismo sitio en el que esa extra帽a fuerza apareci贸. Una vez en pie, Aelita se dio cuenta de que al contrario que antes, si era capaz de ver el lago, ya que por raro que pareciese, de los frondosos 谩rboles que hab铆a visto hace unos segundos solo quedaban sus troncos secos. Sin entender qu茅 hab铆a sucedido, comenz贸 a caminar hacia la orilla esperando encontrarse a alguien que le pudiese ayudar, ya que la mujer extra帽a no estaba por ning煤n lado.

Sin embargo, el bosque no era lo 煤nico extra帽o, el color del agua del lago, no era cristalina, muy 煤til cuando Aelita y sus amigos decid铆an buscar piedras. Ahora el agua mostraba un color verdoso, desprendiendo un fuerte olor que hizo que Aelita se llevase una mano a la nariz.

Fue entonces cuando vislumbr贸 aquellos pelos tan caracter铆sticos cerca del principio de lo que antes hab铆a sido el bosque. Estaba hablando, por lo que Aelita se intent贸 acercar para o铆rla.
- Querida ni帽a, necesit贸 de tu ayuda y que me salves. – dijo la mujer
- ¿Qu茅? - pregunt贸 Aelita sin entender nada.
- ¡R谩pido! -  grit贸 la mujer antes de desaparecer de nuevo.

Sin saber muy bien qu茅 hacer, comenz贸 a andar por la orilla hacia lo que antes hab铆a sido una caseta que serv铆a de servicios, aunque de ella solo quedaban los cimientos. Fue despu茅s de unos metros, cuando distingui贸 en la lejan铆a una figura encorvada sentada en lo que parec铆a ser una piedra. Esta la mir贸 por unos segundos con curiosidad para volver otra vez a mirar el agua.

Aelita sin entender nada se sent贸 a su lado. Tras unos segundos, S铆as le comenz贸 a contar lo bien que se lo pasaba de peque帽o junto a sus amigos en ese mismo sitio, y como no hace muchos a帽os, ese agua todav铆a era potable y uno se pod铆a ba帽ar en ella. Para Aelita eso no era un pasado muy lejano, sino su presente, y aunque a煤n segu铆a confusa decidi贸 escuchar a aquella persona.

- Me recuerdas mucho a una amiga – coment贸 S铆as de la nada y Aelita not贸 en sus ojos como rememoraba el pasado. - Hac铆a mucho que no ve铆a ni帽os por esta zona - coment贸 animado.
- ¿Por? – pregunt贸 Aelita curiosa, y es que se le hac铆a imposible imaginarse su pueblo sin ni帽os y risas.
- Por la contaminaci贸n, la mayor铆a de vosotros est谩is en los colegios la gran parte del a帽o, para protegeros ¿no? - dijo S铆as.

Aelita sin saber muy bien qu茅 responder asinti贸 ante la pregunta - pero… ¿qu茅 ha pasado aqu铆? - pregunt贸 sin saber muy bien como formular la pregunta.

- Nosotros hemos pasado – dijo S铆as tras un suspiro - nos cre铆amos los reyes de este planeta y no es as铆, ojal谩 fu茅semos capaces de volver al pasado y avisar del gran peligro que conlleva el cambio clim谩tico.
- Lo del cambio ese lo he dado yo en clase – dijo Aelita ilusionada por entender algo al fin - pero no pensaba que fuese tan peligroso - aclar贸 tras unos momentos pensando.
- Pues lo es, y esto – dijo S铆as se帽alando lo que les rodeaba - es una de las consecuencias. Adem谩s, este pueblo tiene otro problema es nuestro alcalde, Don Evilio.

(flashback) 
15 a帽os antes, Don Evilio hablando al pueblo:
- Que no os enga帽en, la contaminaci贸n no existe. Es un invento de los pol铆ticos para que no crezca nuestro pueblo. Todo lo que dicen del deshielo de los polos, el incremento del CO2... es todo mentira, eso ocurre de manera natural. La basura desaparece y reciclar no sirve de nada... -

Aelita y S铆as siguieron hablando durante toda la tarde hasta que el sol desapareci贸 por el horizonte. Tras despedirse, Aelita volvi贸 al bosque esperando con ansias que la fuerza que la hab铆a llevado hasta ese sitio la devolviese a su tiempo. Y no tuvo que esperar mucho, ya que pronto se encontr贸 de nuevo con la mujer, quien le dijo su nombre y c贸mo podr铆a ayudarla a cambiar ese desastroso futuro. Otra luz brillante la deslumbr贸, y cuando abri贸 de nuevo los ojos se encontr贸 en el mismo lugar que al principio, un bosque lleno de verdes 谩rboles y un lago de agua cristalina.


Aelita nunca supo si aquello fue real o simplemente se hab铆a quedado dormida en el bosque, pero hizo que cambiase su modo de actuar, comprendiendo la importancia de reducir la contaminaci贸n y concienciando a sus conocidos de las consecuencias del cambio clim谩tico.



A continuaci贸n, os voy a mostrar los personajes escogidos y dibujados en las cartulinas para el cuento:

S铆as
Gardenia
Aelita
Don Evilio




Y, por 煤ltimo, creamos diferentes bocetos de los personajes en diferentes posturas para facilitar la realizaci贸n del c贸mic, el cual os presentar茅 en la pr贸xima entrada. 













Espero que os haya gustado. ¡No os perd谩is la pr贸xima entrada!
¡Un saludo!




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